A veces me sorprendo a mi mismo en el supermercado, cuando en lugar de comprar unos buenos filetes de pollo de corral me voy a la estantería de pollo normal por ahorrarme unos eurillos. Y sin embargo no reparo en gastarme un dineral en material, especialmente en la bici, si creo que eso me va a hacer mejorar. Quizá sea mejor invertir el dinero de ese manillar Hed de carbono que me ronda la cabeza en alimentos de mejor calidad que, a fin de cuentas, son los que van a ir a parar a nuestros músculos ¿no?
Por eso este año he decidio prestar mayor atención a la nutrición. El año pasado toda mi dieta se basaba en el consumo brutal de pasta y, sin embargo, nada más llegar al club A6, algunos compañeros han echado por tierra mis suposiciones de que esta es la mejor manera de alimentarse. En los últimos años algunos deportistas han cambiado radicalmente su enfoque y han adaptado lo que se conoce como "Dieta del Paleolítico" o "Paleodieta" a sus necesidades de entrenamiento. Lo primero que hice fue comprarme en Amazon el libro "Paleodieta para deportistas", de Loren Cordain (creador de la dieta) y Joe Friel (entrenador de ciclismo y triatlon).
La idea fundamental detrás de esta dieta es que la genética del ser humano no ha tenido el tiempo suficiente para adaptarse a los cambios que se han dado en la alimentación en los últimos 12.000 años desde el momento en que se empezó a practicar la agricultura y la ganadería. Su autor fomenta el retorno a una alimentación del tipo que tenían nuestros antepasados cazadores-recolectores. Existen numerosos argumentos a favor y en contra de esta teoría y no voy a entrar a valorarlos.

Para explicar la dieta, se termina antes enumerando lo que se puede comer, en lugar de lo que no se puede. Puedes comer: frutas, verduras, carne y pescado. Bueno, y huevos y alguna cosilla más, pero poca ¿eh? Lacteos, pasta, harinas, patatas (carbohidratos), judías, garbanzos (legumbres en general), azucares o sal: prohibidisimo. La dieta es interesante para un deportista de resistencia porque debido al énfasis que se pone en el consumo de proteina, teoricamente el intervalo de recuperación debe ser más rápido. La dieta estricta excluye todo tipo de carbohidratos, pero la adaptación para deportistas permite consumirlos en unas ventanas de tiempo muy concretas, a saber: inmediatamente antes, durante o inmediatamente después de entrenar.
Bueno, a lo que voy. En el club hay varios intrépidos que hemos decidido darle una oportunidad y nos hemos lanzado al reto de modificar completamente nuestros hábitos alimenticios, lo cual no es cosa de risa. Te levantas por la mañana - "Me apetece un capuccino" NO! Y menos con azucar. A mediodía - "Me voy a tomar un sandwich" NO! Sales a cenar - "Voy a pedir un plato de pasta" ¿Estás de guasa? ¿Por la noche? ¿Antes de dormir? NO! Etc, etc.
Ya os iré contando nuestras aventuras relacionadas con nuestro intento de dieta. Sirva como avance este par de fotos que ilustran nuestra falta de disciplina y de vergüenza. Porque, cuando acabas de entrenar... ¡Que demonios! ¡Lo que te apetece es un buen par de Donuts!
Y de la segunda ¿Qué os puedo decir? Que en medio de una salida de bici, te pares a por unas Coca-Colas (prohibidas también) y aproveches para apretarte un bol de patatas fritas... ¡Eso no tiene nombre amigos!
